Formación continua: qué es y tendencias para aplicarla en tu empresa

Introducción

¿Te acuerdas del primer día que fuiste a la escuela? En mi caso tenía 4 años y mi madre me cuenta que lo pasé bien, pero al día siguiente, cuando me despertó por la mañana con un “Venga, que tenemos que ir al cole” le pregunté “¿Otra vez?” Por suerte para mi madre no opuse resistencia y a partir de ahí pasé 17 años seguidos de aula en aula.

A diferencia de la generación de mis abuelos o mis padres, en la que era frecuente formarse durante un corto período de tiempo y después trabajar en una o dos empresas durante su vida laboral, desde mi infancia escuché que era vital no dejar de aprender nunca. Profesores y profesoras me hablaron de la importancia de la formación continua, del long life learning, ese anglicismo que se ha colado en nuestro vocabulario y del que se habla más que nunca, sobre todo en el entorno profesional.

 

Formación continua, ¿qué es?

Si te preguntas qué es la formación continua, sigue leyendo este artículo. El concepto de formación continua no es algo nuevo, sino que se acuñó hace siglos. 

Néstor Fernández Sánchez profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México menciona en su breve artículo “Surgimiento y evolución de la educación continua” (1999) que “el concepto de educación continua, considerada como actualización profesional, surge en el siglo XVII, centurias después que los clérigos (…) instauraron en el siglo XI las primeras instituciones de educación superior para formar personal especializado con grado académico.”

A la formación continua, también se la conoce como educación continua o aprendizaje permanente, y describe el proceso de adquirir nuevos conocimientos, habilidades y competencias a lo largo de la vida laboral. Su objetivo es mantener a las personas actualizadas en un campo profesional específico para que se adapten con agilidad a los constantes cambios del mercado y del entorno.

Seguro que tú, o personas de tu equipo, habéis accedido a esta formación continua a través de cursos y talleres presenciales u online o asistiendo a conferencias y programas de mentoría impartidos por instituciones académicas, empresas, plataformas con contenidos online o por otros proveedores de formación.

Actualmente en muchos países, y concretamente en España, se fomenta la formación continua para mejorar la competitividad empresarial. Marta Rahona López, actual profesora de la Universidad Autónoma de Madrid, en su estudio de 2009 “La formación continua en España: evolución y retos de futuro” de 2009 dice:

“Desde un enfoque microeconómico, la formación continua permite la actualización de los conocimientos y competencias de los trabajadores, favorece la consolidación de la inserción laboral de los jóvenes, fomenta la reducción del paro (…) e impulsa la prolongación de la vida activa de los trabajadores de más edad, incluso promueve la reducción de la pobreza al mejorar las habilidades de ciertos grupos de población”.

Han pasado 14 años desde entonces y a pesar de las bondades de la formación continua, sufrimos una crisis de empleo especialmente entre las personas jóvenes y las de mayor edad. Y aunque es indudable que en el entorno global y tecnológico en que vivimos es necesario no perder la curiosidad y mantener el hábito de aprender para mejorar nuestra empleabilidad, debemos analizar qué está fallando y qué podemos hacer para que las personas no dejen de aprender.

Entonces, si aprender es la manera de que personas y organizaciones se desarrollen, el plan de formación continua debe ser de calidad y adaptado a las necesidades de los puestos de trabajo y a los cambiantes mercados. Adquirir conocimientos técnicos, fomentar el pensamiento crítico, desarrollar las soft skills y aprender idiomas pueden ayudarnos a desempeñar trabajos, que incluso todavía no existen. 

Si quieres saber más sobre formación continuada y sobre ayudas económicas para empresas, te interesa saber que FORCEM (la Fundación para la Formación continua) se creó en 1993 y es la antecesora de FUNDAE (Fundación Estatal para la Formación en el Empleo), un organismo que ofrece un sistema de ayudas y financiación para que las empresas ubicadas en España ofrezcan formación continua. En los enlaces encontrarás más información. 

 

Importancia formación continua

¿Por qué es importante la formación continua de idiomas en tu empresa? 

Si eres responsable de formación o trabajas en el departamento de personas, talento o cultura, tengo buenas noticias para ti: la formación de idiomas es una magnífica inversión para tus equipos.  A continuación, te explicamos la importancia de la formación continua:

  • Comunicación efectiva: En un entorno global, la formación continua de idiomas permitirá a las personas de tu organización que se comuniquen eficazmente con todos los grupos de interés (stakeholders) en todo el mundo. Hablar en el idioma local, o en una lingua franca común a todos ellos, evitará malentendidos y promoverá la colaboración.

 

  • Internacionalización: si cuentas con empleados o empleadas que hablen idiomas será clave para tener presencia en mercados internacionales. La formación de idiomas os permitirá establecer relaciones sólidas fuera de vuestras fronteras y aprovechar oportunidades de negocio. Además, aprender idiomas permite conocer mejor las culturas o territorios donde se hablan y por tanto facilitará a tus equipos avivar la actividad comercial y la expansión mundial, ampliando mercados o adaptándose mejor a ellos.

 

  • Mejora de la colaboración interna: si en tu organización trabajáis con equipos multiculturales o con filiales en otros países, los idiomas fomentarán la colaboración interna. Que las personas se comuniquen en diferentes lenguas, hará que se eliminen barreras lingüísticas y se fortalezcan los vínculos entre ellas. Con una mayor eficiencia, coordinación y cohesión del equipo, tienes muchos números para conseguir el éxito empresarial que buscas (buenos resultados económicos y el bienestar de las personas).

 

  • Desarrollo profesional de los empleados: con independencia del sector en que estés, la formación continua de idiomas contribuirá al desarrollo profesional de las personas de tu organización. Si les ofreces idiomas podrán adquirir habilidades lingüísticas, que aumentarán su empleabilidad y sus perspectivas de carrera. Además, la capacitación en idiomas os permitirá ofrecer oportunidades dentro de la misma empresa a personas interesadas en roles internacionales.

 

  • Ventaja competitiva: La formación continua de idiomas puede mejorar la competitividad de una empresa como la tuya, porque incrementará la relación con vuestros clientes internacionales, empatizando más con ellos y entendiendo sus necesidades y expectativas. Con ello conseguiréis fidelizar a los clientes y obtener mayores índices de satisfacción.

 

  • Atracción y fidelización de talento: ofrecer clases de idiomas puede ser un beneficio importante para vuestros empleados actuales y futuras candidaturas. Los profesionales agradecen las oportunidades de desarrollo y crecimiento en su puesto de trabajo, y la posibilidad de aprender idiomas se valora mucho en la actualidad. Si ofreces planes de formación continua de idiomas manifiestas la voluntad de crecer, haciendo crecer a vuestra gente, con lo que aumentará su compromiso.

 

Tendencias actuales en la formación contínua en las empresas

Quizá ya tengas experiencia implementando programas de idiomas en tu organización, y es posible que lo que más valores sean las soluciones flexibles y personalizadas que se adapten a las necesidades de tus equipos.  Aquí tienes algunas de las tendencias actuales:

  • Clases virtuales con enfoque comunicativo para practicar habilidades profesionales: antes de la pandemia las clases presenciales in-company para empresas eran muy habituales. A partir del 2020, la formación de idiomas presencial ha sido sustituida en gran parte por las clases virtuales síncronas (vía Zoom, Teams u otras plataformas). Pueden ser de interés en tu empresa si valoráis dominar la conversación, queréis impactar con buenas presentaciones virtuales (comerciales, técnicas, para inversores, sobre planes de negocio, …), debéis comunicaros por correo electrónico, negociar con clientes o proveedores y en general mejorar el desempeño de tareas laborales específicas. Las clases virtuales (igual que las presenciales) tienen la ventaja de que se pueden personalizar y adaptar a cualquier necesidad. Además, el profesorado es estable y puede hacer un seguimiento de cada persona porque conoce bien sus puntos fuertes y sus áreas de mejora. 

 

  • Aplicaciones móviles y plataformas digitales: El aprendizaje online se ha hecho más popular en los últimos años, especialmente desde la pandemia, por la flexibilidad que ofrece. Si las personas te piden libertad para ir aprendiendo a su ritmo, las plataformas digitales y aplicaciones móviles pueden ser una solución para tu organización, al menos para algunos colectivos. Actualmente hay muchas soluciones online: cursos con y sin tutorías o plataformas con muchos recursos donde a veces también se puede practicar la conversación. En estos casos las personas deben tener la fuerza de voluntad de agendar momentos para practicar, y poner foco para elegir entre todas las posibilidades que brindan. A veces pasa como cuando estás delante de Netflix: acabas sin ver nada porque te pones a navegar entre las opciones que te proponen y se te han hecho las tantas.

 

  • Microlearning: está orientado a ofrecer contenidos breves que pueden consumirse con rapidez. Si necesitas que algunos de tus equipos aprendan conceptos específicos en poco tiempo, hay gran variedad de videos o apps que permiten aprender de manera efectiva. Comprueba que los contenidos (podcasts, videotutoriales, juegos o breves lecciones online) sean compatibles con dispositivos móviles para que estén siempre accesibles. Puede ser un buen complemento a otras soluciones pedagógicas.

 

  • Learning by doing e inmersiones: las inmersiones en el extranjero o los cursos intensivos pueden ser otras opciones a tener en cuenta. Salir unos días al extranjero puede ayudar a dar un salto con el idioma, a conocer mejor otra cultura y a vivir situaciones reales. Si no es posible implementar este tipo de programas, se pueden organizar intensivos para practicar role plays, pronunciación, presentaciones, negociación y otras habilidades comunicativas. Incluso se pueden impartir clases semanales durante todo el año incidiendo en temas muy específicos relacionados directamente con el puesto de trabajo. En este caso las clases presenciales o virtuales síncronas funcionan muy bien.

 

En resumen, no existe la solución perfecta, sino que debes tener claro cuál es el objetivo u objetivos que perseguís (estrategia de negocio y/o beneficio social para atraer y fidelizar talento), y elegir aquellas opciones que mejor encajen con los diferentes colectivos. Quizá por ello, no siempre te será posible trabajar con un solo proveedor.

 

Conclusiones sobre la formación contínua

En los primeros años de nuestras vidas, la familia y las personas que nos rodean deberían ser una fuente de inspiración para descubrir que el aprendizaje es un proceso del que podemos disfrutar. 

Más tarde la escuela y otras instituciones académicas deberían enseñarnos a aprender y a estimular la curiosidad. Y aunque no siempre es así, y no todas las personas han tenido ese privilegio, nunca es tarde para formarse y aprender. 

Las empresas juegan un rol social importante en cuanto al aprendizaje continuo y si eres responsable de la formación en el departamento de personas o cultura, puedes jugar un papel clave para incentivar el aprendizaje de tus equipos y hacerles cómplices de su crecimiento.

Encontrarás contenido interesante en el blog de Harold Jarche, un prestigioso estudioso sobre el aprendizaje en el lugar de trabajo que nos recuerda que “Work is learning. Learning is the work.”

¡No dejemos de trabajar para aprender idiomas, ni de aprender idiomas para seguir trabajando! 

Lenguas y dialectos de España: cuáles son y cuáles son sus orígenes

Recuerdo la primera vez que vine a España. Era julio de 1988. Estaba en el 3er año de la universidad y mi especialidad era filología española. Iba a pasar un año en Madrid, mientras estudiaba lingüística, historia, ciencias políticas y literatura española en la Universidad Complutense. Estaba entusiasmado por mejorar mi español y aprender más sobre este país tan diverso, lingüísticamente hablando.

Aterricé en Madrid por la mañana y fui directamente a coger un autobús de ALSA hacia Oviedo, donde me iban a recoger unos amigos para llevarme a Cangas de Onís; pasé el mes de julio en Cangas, antes de que empezaran las clases en la Complutense en agosto. A pesar de tener cierto conocimiento de la variedad de idiomas y dialectos que existían en España, no estaba preparado para lo que me iba a encontrar. España, con una superficie más pequeña que el estado de Texas, ofrecía más diversidad lingüística que en todo Estados Unidos.

Durante mi estancia en Cangas, tuve mi primera experiencia sobre diversidad lingüística cuando comencé a escuchar que la gente pronunciaba la ‘o’ final de ciertas palabras como ‘u’ (por ejemplo, géneru en lugar de género). Todos me decían que esta pronunciación “incorrecta” se debía a la influencia del bable, un idioma del que nunca había oído hablar. Aprendería que el bable (o asturiano) era una lengua romance en peligro de extinción, muy relacionada con el “leonés”, otra lengua en peligro de extinción que se hablaba en las regiones de León y Zamora. Como muchos idiomas o dialectos en España, el bable tiene un significado cultural e histórico para la región donde se habla (en este caso, Asturias) y desempeña un papel en la conservación de la identidad local y la promoción de la diversidad lingüística dentro de España. Se estima que quedan solo 100.000 hablantes nativos del bable, y por tanto es una lengua en peligro de extinción.

Posteriormente viajaría a diferentes regiones de España y tendría mis primeras experiencias con las otras tres lenguas oficiales de España, además del castellano: euskera, catalán y gallego. A medida que aprendí más sobre la historia, la geografía y la cultura de España, recuerdo darme cuenta de que la Península Ibérica parecía tener tres “columnas” lingüísticas: el gallego y el portugués a la izquierda (dos idiomas muy relacionados), el español en el medio y el catalán en la columna derecha. Aunque un poco simplificado, el siguiente mapa muestra estas tres columnas lingüísticas que se desarrollaron durante la Reconquista entre el siglo VIII y el siglo XV.

¿Cuántos idiomas se hablan en España?

Además del español, que habla el 98,9% de la población española, existen 3 idiomas cooficiales (catalán, euskera y gallego), además de otros idiomas regionales con muy pocos hablantes; por ejemplo, el aragonés, que se habla en el noreste, que se estima que tiene entre 10.000 y 30.000 hablantes. Otro ejemplo es el leonés (mencionado anteriormente), hablado en el noroeste, que tiene 20.000 a 50.000 hablantes. Estos idiomas regionales están en peligro de extinción, ya que muchas veces no son reconocidos oficialmente y no reciben apoyo político ni financiero.

A continuación, incluyo una lista de las lenguas “minoritarias” en España, y el número aproximado de hablantes. Se listan desde los idiomas con más hablantes hasta los idiomas con menos. Todas estas lenguas, en mi opinión (incluso las tres lenguas cooficiales con el castellano: catalán, euskera y gallego), necesitan ser protegidas para mantenerlas vivas. En el caso de algunos de los siguientes idiomas, quizá sea demasiado tarde para salvarlos.

  1. Catalán: se habla principalmente en Cataluña, las Islas Baleares, Valencia y la región oriental de Aragón. También está reconocido como idioma oficial en el Principado de Andorra. Hay entre 9 y 10 millones de personas que hablan catalán, dependiendo de la fuente.
  2. Gallego: hablado en la región de Galicia en el noroeste de España. Hay entre 2,5 y 3 millones de hablantes de gallego, dependiendo de la fuente de información.
  3. Euskera (vasco): hablado principalmente en el País Vasco y parte de Navarra, tiene entre 700.000 y 1 millón de hablantes.
  4. Bable: también conocido como asturiano o asturleonés, es una lengua hablada principalmente en la región de Asturias. Hay entre 100.000 y 150.000 hablantes de bable.
  5. Leonés: hablado en zonas de las regiones de Castilla y León, Asturias y Portugal. Se estima que hay entre 20.000 y 50.000 personas que hablan leonés.
  6. Aragonés: hablado en la región de Aragón, concretamente en la zona de los Pirineos. Como ya he mencionado antes, hay entre 10.000 y 30.000 hablantes.
  7. Extremeño: hablado en Extremadura, es una variedad del portugués. Tiene un pequeño número de hablantes (10.000-30.000 individuos) y no está reconocido oficialmente.
  8. Aranés: variedad del occitano que se habla en la Val d’Aran, un valle de los Pirineos en Cataluña. Hay entre 4.000 y 6.000 hablantes.
  9. Fala: hablada en el Valle de Jálama en Extremadura, es una variedad gallego-portuguesa. Tiene menos de 1.000 hablantes y no es oficialmente reconocida.

Dialectos en España

Es importante recordar que la distinción entre un dialecto y un idioma a veces puede ser muy subjetiva. En el caso de nuestro país, donde existen varias lenguas y dialectos en España, la clasificación puede ser en ocasiones objeto de debate. Factores como la inteligibilidad, el desarrollo histórico y la identidad cultural entran en juego al determinar el estado de una variedad en particular.

Por supuesto, la política puede jugar un papel importante; alguien dijo que “un idioma es un dialecto que tiene un ejército detrás”. Durante el franquismo se hablaba del euskera como un “dialecto” del español lo que, desde un punto de vista lingüístico, es absurdo. El euskera no pertenece a la familia de lenguas indoeuropeas, que incluye la mayoría de las lenguas que se hablan en Europa en la actualidad. A pesar de una extensa investigación, no se han encontrado conexiones concluyentes entre el euskera y cualquier otra familia lingüística, antigua o moderna. El origen exacto y el desarrollo del euskera siguen siendo inciertos.

Y como se sabe, la forma en que se habla español en Cangas de Onís no es la misma que en Madrid o Sevilla. Y no es lo mismo el catalán que se habla en Barcelona que el que se habla en Vic, Valencia o Mallorca. Son diferentes variedades dialectales de un mismo idioma. Pero, ¿dónde acaba el dialecto y dónde empieza el idioma? Cuando fui a Mallorca para semana santa en 1989, algunas personas me dijeron que el mallorquín (el catalán que se habla en las Islas Baleares) era un idioma, no un dialecto. De hecho, algunos hablantes de mallorquín pueden considerarlo un idioma distinto debido a la identidad regional y factores culturales. En términos prácticos, el mallorquín suele tratarse como una variante regional del catalán dentro de las Islas Baleares. Algo parecido pasa en Valencia con el valenciano. He visto esta dicotomía  entre lenguas y dialectos de España; de hecho, es bastante común en todo el mundo. El dialecto de una persona puede ser considerado el idioma de otra.

Orígenes de las lenguas y dialectos de España

Excepto el euskera, todos las lenguas y dialectos de España pueden considerarse lenguas romances o románicas, o lenguas que se desarrollaron a partir de una lengua románica; es decir, evolucionaron del latín, como el español. A continuación, comentaré los tres idiomas que son cooficiales con el español en España:

Gallego

El gallego y el portugués comparten un alto grado de inteligibilidad mutua, debido a su herencia y antecedentes lingüísticos comunes. Sin embargo, con el tiempo, divergieron y desarrollaron formas estandarizadas separadas, y el gallego fue reconocido como idioma oficial en la región autónoma de Galicia, en el noroeste de España. A pesar de sus similitudes, el gallego y el portugués se consideran idiomas distintos, cada uno con sus propias características y peculiaridades.

Catalán

La lengua catalana (català) tiene su origen en las lenguas romances habladas en la parte nororiental de la Península Ibérica durante la Edad Media. Pertenece a la rama romance occidental de la familia de lenguas romances, que también incluye español, portugués, francés, italiano y rumano.

Vasco

De las cuatro lenguas oficiales de España, la lengua vasca (euskera) se considera la más amenazada en cuanto a número de hablantes y viabilidad futura.

El euskera se habla principalmente en el País Vasco, que se extiende por partes del norte de España y el suroeste de Francia. Es una lengua no romance sin parientes lingüísticos conocidos y tiene una historia y estructura lingüística única. El euskera se ha enfrentado a importantes desafíos a lo largo de la historia, incluidos los intentos de suprimir su uso durante el régimen franquista en España, como sucedió con el catalán y gallego.

¿Existe peligro de extinción de algunas lenguas y dialectos de España?

Es importante tener en cuenta que, si bien el euskera se enfrenta a importantes desafíos, los otros idiomas oficiales de España, como el catalán y el gallego, también corren distintos grados de peligro. Estos idiomas tienen poblaciones de hablantes más grandes y apoyo institucional, pero aún se enfrentan a presiones del español como idioma dominante y otros factores que influyen en el uso y la transmisión del idioma.

En la actualidad, las lenguas minoritarias enumeradas anteriormente (números 4 a 9) son lenguas que están en peligro de extinción. 

Según el Atlas de las lenguas del mundo en peligro de la UNESCO , actualmente hay más de 2.500 lenguas en peligro de extinción en el mundo. El aragonés y el bable están en la lista y figuran como “definitivamente en peligro de extinción”. El extremeño está catalogado como “en grave peligro de extinción”.

Conclusiones sobre las lenguas y dialectos de España

Como lingüista me encanta la variedad lingüística que existe en España. Esa es una de las razones por las que he estado viviendo aquí durante tantos años. Me inspira el trabajo que se está haciendo para tratar de salvar algunas de las lenguas minoritarias. Para ser honesto, nunca he entendido por qué la diversidad lingüística parece asustar a algunas personas. La diversidad es la sal de la vida.

Sinceramente, espero que todos los idiomas de la península puedan sobrevivir durante muchos años y que todos se den cuenta de que las lenguas y dialectos de España son una bendición, no un problema.

Idiomas que vienen del latín: origen y cuáles son

Errare humanum est. 

Aunque no sepas latín (y no solo me refiero a que seas una persona muy lista o avispada), es muy probable que hayas entendido la locución latina del inicio del artículo.

Eso es así, porque seguramente tu lengua materna sea una lengua romance o quizá porque has estudiado alguna de ellas. 

Te invito a partir de ahora, si no lo habías hecho antes, a que descubras estas locuciones en libros, correos electrónicos, edificios, publicidad, monumentos, conversaciones, etc. Aunque a priori parece que no son muy frecuentes, es posible que te sorprendas. 

 

¿Qué idiomas vienen del latín y cuál es su historia?

El latín fue una lengua que se utilizó en la antigua Roma y que con el tiempo dio origen a otros idiomas europeos denominados lenguas romances o neolatinas. 

A continuación, encontrarás los siguientes idiomas que vienen del latín:

  1. Español: También conocido como castellano, el español se desarrolló en la península ibérica a partir del latín vulgar y se expandió durante la Edad Media y durante la época de los descubrimientos (del siglo XV a principios del XVII).  En el español, además de vocablos derivados del latín, también encontramos palabras de origen griego, celta o árabe. En la actualidad, es uno de los idiomas más hablados del mundo y es la lengua oficial en 21 países.
  2. Francés: Surgió en la región de la Galia (la actual Francia) a partir del latín vulgar. El ejército romano liderado por Julio César invadió Francia y causó que el latín se extendiera por todo el país, aunque en algunos territorios se continuaron usando otros dialectos celtas. El francés moderno es una mezcla del latín y el provenzal, y hoy en día es el quinto idioma más hablado del mundo por detrás del mandarín, el inglés, el español y el árabe. Es el idioma oficial de 29 países, entre ellos: Canadá, Bélgica y Madagascar.
  3. Italiano: Nació en Italia y a día de hoy según Wikipedia, es la lengua materna del 95% de su población. Proviene también del latín vulgar, como el resto de las lenguas romances y durante el Renacimiento, se consolidó como lengua literaria. Es el idioma oficial de ItaliaSan Marino, Ciudad del Vaticano y Suiza. En la Revista de la Sociedad Española de Italianistas 1-2, 2003, página 162 publicada por la Universidad de Salamanca, Fausto Padilla escribe: “No hay que olvidar que hace sólo un siglo, entre finales del s. XIX y principios del XX, lo que se entiende por italiano o italiano standard era hablado únicamente por el 10% del país, mientras que el 90% restante hablaba exclusivamente su lengua materna o dialecto, (…) Por esta razón se ha dicho del italiano (…) que “es la lengua más antigua y más moderna de entre las romances”.
  4. Portugués: Este es otro de los idiomas que vienen del latín, se originó en Portugal y se desarrolló a partir del latín vulgar. Es la sexta lengua materna más hablada del mundo y la tercera lengua más hablada que utiliza el alfabeto latino. Además, es el idioma oficial de Brasil, Portugal, Angola, Mozambique, Guinea-Bisáu, Cabo Verde, Guinea Ecuatorial, Santo Tomé y Príncipe y Timor Oriental. Hay que resaltar que en el portugués de Brasil encontramos palabras, sonidos y expresiones que han adoptado de otras lenguas indígenas, por lo que a veces es muy distinto del portugués que escuchamos en Portugal.
  5. Rumano: Aunque con menos hablantes, el rumano también es otra lengua que evolucionó a partir del latín vulgar, pero con influencias del dacio, el idioma que se hablaba en Dacia, antigua provincia romana, y que corresponde al territorio actual que ocupan Rumania y Moldavia. El rumano es la lengua oficial de estos dos países.

Además de los citados anteriormente, dependiendo de la fuente consultada hay entre 20 a 49 idiomas que vienen del latín. A veces no se tienen en cuenta, porque el número de hablantes es muy bajo, o porque algunos de ellos son considerados dialectos, no idiomas en sí.

origen idiomas latín

 

Otros idiomas de que vienen del latín en España 

En España además del español, también se hablan otras lenguas romances: 

  • Catalán: es una lengua románica (o romance) que nació entre los siglos VIII y X en una parte de Cataluña y que poco a poco se consolidó en el resto de Cataluña, Andorra, en las Baleares, el País Valenciano, la Franja (Aragón), la ciudad de Alguer (en la isla de Cerdeña), la Cataluña del Norte (pequeña área francesa de los Pirineos orientales) y la comarca murciana del Carche. Según Gencat.cat, actualmente, se extiende sobre un territorio de unos 68.730 km2 habitado por 13.740.000 personas pertenecientes a cuatro estados: Andorra, España, Francia e Italia.
  • Gallego: pertenece a la familia de las lenguas románicas y proviene del latín que introdujeron los romanos en el noroeste de la Península Ibérica. A partir de la edad media y por factores sociopolíticos el gallego entró en decadencia y apenas se utilizó durante los “Siglos Oscuros” (del XVI al XVIII). Durante el siglo XIX, el movimiento de renovación cultural denominado “Resurgimiento”, resucitó el gallego y es cuando aparecieron la primera gramática y diccionario gallegos. En este período, concretamente en 1863, Rosalía de Castro publicó la primera obra escrita en gallego: el libro de poemas Cantares gallegos.

 

¿Por qué es importante conocer los idiomas que vienen del latín?

Conocer los idiomas que vienen del latín es importante por varias razones:

  • Herencia cultural: Conociendo uno o más idiomas romances podrás acceder a una inmensa riqueza cultural de áreas tan diversas como la literatura, la poesía, el arte, la filosofía, la arquitectura, el derecho, etc.
  • Comunicación: algunos de los idiomas románicos, como los citados anteriormente, tienen tantos hablantes en el mundo que conocerlos te permitirá viajar, conocer otras culturas y disfrutar de más oportunidades profesionales. 
  • Mayor facilidad de aprendizaje: si hablas uno o más idiomas que vienen del latín, te facilitará aprender idiomas de la misma familia, ya que comparten muchas similitudes gramaticales y léxicas. Y podrías convertirte en políglota en menos tiempo.
  • Ventaja para las empresas: para ampliar su mercado, muchas organizaciones fomentan el aprendizaje de idiomas romances entre sus equipos para llegar a otras latitudes y poder exportar o importar productos o servicios. 

 

Ejemplos de palabras en español que derivan del latín

El español ha heredado numerosas palabras del latín y aquí tienes algunos ejemplos y su correspondiente palabra latina:

  1. Agua – aqua
  2. Amor – amorem 
  3. Armario – armarium
  4. Bello– bellus
  5. Nupcias- nuptiae 
  6. Hombre – homo
  7. Horario – horarius
  8. Luna – luna
  9. Madre – mater
  10. Mujer – mulier
  11. Muerte -mors
  12. Padre – pater
  13. Sol – sol
  14. Sombra -umbra
  15. Tierra – terra

Estos son solo algunos ejemplos, pero hay muchos más términos en español que vienen del latín. La lengua latina ha dejado una profunda huella en el vocabulario español.

ejemplos de palabras en latín

 

Locuciones famosas en latín 

Además de todos los vocablos que vienen del latín, también encontramos locuciones latinas, que son expresiones en latín que se usan en español u otros idiomas romances.

Pueden ser de una sola palabra, dos o una frase.

No llevan acento gráfico, puesto que en latín no se usaba tilde. Y en general se escriben en cursiva. 

Las que encontrarás en la siguiente lista son de las más populares que se usan en español y otros idiomas. Cabe destacar que algunas de estas locuciones pueden variar ligeramente en su uso y significado dependiendo del contexto:

  • Veni, vidi, vici: «Vine, vi, vencí». Famosa expresión de Julio César que significa lograr una victoria rápida y contundente.
  • A posteriori: «Después de». Se refiere a un razonamiento o conocimiento basado en la experiencia o evidencia posterior.
  • A priori: «Antes de». Indica un razonamiento o conocimiento previo a la experiencia o evidencia.
  • Vox populi: «Voz del pueblo». Significa una creencia u opinión popular.
  • Eureka: «Lo encontré». Expresión de alegría o descubrimiento repentino, asociada con Arquímedes.
  • Errare humanum est: «Errar es humano». Reconoce la tendencia de los seres humanos a cometer errores.
  • Alea iacta est: «La suerte está echada». Frase atribuida a Julio César al cruzar el río Rubicón, indicando que se había tomado una decisión irreversible.
  • Carpe diem: «Aprovecha el día». Significa disfrutar el presente y no preocuparse demasiado por el futuro.
  • Et cetera (etc.): «Y otros». Se utiliza para indicar que hay más elementos o ejemplos que no se mencionan en una lista.
  • Ad hoc: «Para esto». Se refiere a algo hecho o utilizado con un propósito específico y no con una aplicación general.
  • Alma mater: «Madre nutricia». Se refiere metafóricamente una institución educativa que otorga grados académicos a quienes han estudiado en ella.
  • Cum laude: «Con alabanza». Se utiliza para indicar que alguien ha obtenido un grado académico con honores.
  • Modus operandi: «Modo de operación». Se refiere a la forma característica en la que alguien lleva a cabo una actividad o comete un delito.

 

Conclusión

Es vox populi que para mejorar tu modus vivendi, aprender idiomas es una de las mejores cosas que puedes hacer. No lo dejes para mañana si puedes empezar hoy. 

Recuerda que invertir tiempo en aquello que nos hace crecer es condición sine qua non para conseguir un mayor bienestar.

Y si quieres saber más sobre la vigencia del latín en las lenguas romances te recomiendo los libros Latin Lovers de Emilio del Río, donde dice que “el latín no es una lengua muerta, sino una lengua inmortal” y Peccata minuta de Victor Amiano (seudónimo de tres expertos en filología: Antonio Cascón Dorado, Rosario Lopez Gregoris y Luis Unceta Gómez).

Espero que el artículo sobre idiomas que vienen del latín te haya animado a seguir aprendiendo idiomas romances.