¿Cuánto tiempo se tarda en aprender inglés?

En los últimos 30 años, he conocido a miles de personas que han «intentado aprender» inglés (u otro idioma) durante años, a veces incluso décadas. Muchas de ellas se sienten frustradas después de haber participado en numerosos cursos de idiomas y haber probado varias metodologías. A pesar de todos sus esfuerzos, están “atrapadas” en un nivel que, desde su punto de vista, no es suficiente; no se sienten cómodas comunicándose en inglés.

Quizás seas la persona responsable de organizar la formación de idiomas en la empresa donde trabajas o una de esas personas frustradas por llevar años estudiando inglés. Y tal vez tú y tu equipo os preguntéis por qué el proceso de aprendizaje es tan lento. O quizás os surjan dudas como… ¿cuánto tiempo se tarda en aprender inglés? Si hemos estado luchando durante años para aprender inglés y no hemos alcanzado nuestros objetivos, ¿podría ser que tengamos algún tipo de problema con el aprendizaje del inglés? ¿Es un defecto genético? ¿Hay una manera más fácil de aprender?

En la mayoría de los casos, esta frustración y confusión sobre el proceso de aprendizaje proviene de la falta de conocimiento sobre lo que realmente se tiene que hacer para aprender un idioma. Vamos a revisar algunos de estos aspectos en este artículo, con el objetivo de que os ayude a organizar formaciones de idiomas más realistas y efectivas en vuestra empresa.

¿Qué es «saber inglés» y cuánto tiempo se tarda en conseguirlo?
Antes de continuar, quiero explicar cómo defino «saber inglés» o «haber aprendido inglés» en este artículo. Supongo que una persona que ha alcanzado un nivel intermedio alto (B2+ en la escala MCER) ha «aprendido inglés». Es cierto que sería preferible tener un nivel aún más alto, como Avanzado (C1) o Proficiency (C2), pero el nivel B2 generalmente es donde las personas comienzan a sentirse cómodas con su inglés, tanto en el trabajo como en situaciones sociales.

Según los estudios académicos realizados en la década de los 80 por el Instituto del Servicio Exterior (Foreign Service Institute) en los Estados Unidos, los hablantes de idiomas románicos (como español, francés, catalán e italiano) necesitan aproximadamente 625 horas de formación formal (instrucción en el aula) para llegar al nivel intermedio alto (B2+ o Upper Intermediate).

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En la tabla anterior, también hemos incluido el tiempo de estudio necesario fuera de clase para complementar la formación en el aula. Entonces, para llegar al nivel B2+, son cerca de 1.000 horas de estudio (938 horas), si es que se comienza desde cero.

Hemos establecido el tiempo de autoestudio fuera de clase en el 50% del tiempo de clase (es decir, por cada hora de clase, el alumnado debe hacer 30 minutos de estudio/deberes fuera del aula). Sin embargo, muchos investigadores insisten en que la dedicación fuera de clase debe ser igual al tiempo de clase (es decir, una hora de clase significa una hora de autoestudio fuera de clase) o incluso duplicar el tiempo de clase (es decir, por cada hora de clase, el alumnado debería hacer dos horas de contacto individual). En estos dos casos, alcanzar el nivel B2 + significaría un total de 1.250 horas y 1.875 horas, respectivamente.

En cualquiera de los tres escenarios incluidos anteriormente, estamos hablando de muchas horas. Y hay que tener en cuenta que si uno estudia inglés de manera intermitente (es decir, estudia formalmente durante un par de años, luego hace un descanso y comienza de nuevo un año después, y más adelante hace otro descanso, etc.) la cantidad total de horas necesarias para alcanzar el nivel B2 será aún mayor porque cada vez que se toma un descanso, se pierde parte del conocimiento que se había adquirido y se tiene que volver a aprender.

Si eres la persona que organiza la formación de idiomas en tu empresa, debes tener en cuenta estos números. Tu equipo generalmente no verá resultados hasta después de unos meses de estudio. Aprender un idioma no es un sprint … es un maratón.

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Un ejemplo: ¿7 años para alcanzar el nivel B2+?
Veamos un ejemplo para entender mejor el proceso. Si cada año en tu empresa montas dos cursos de inglés de 45 horas cada semestre, el alumnado recibirá 90 horas de formación en inglés. Supongamos que todas las personas asisten a todas las clases; es decir, hacen las 90 horas de clase íntegras. Supongamos, también, que dedican, entre clases, el equivalente al 50% del tiempo de clase haciendo las tareas asignadas y otras actividades de autoaprendizaje.

Entonces, cada persona hará un total de 136 horas de inglés anuales.

En realidad, son bastantes horas, y pocos adultos profesionales tienen tanto contacto con el idioma que está estudiando en un año; pero lo usaremos para nuestro ejemplo. Si tu equipo hace 136 horas al año, según la tabla anterior, tardará casi 7 años en alcanzar el nivel B2+ (si comenzaron desde cero, como principiantes absolutos). Nuevamente, supongamos que van a todas las clases, que hacen todo el autoestudio necesario fuera de clase y que no hacen ningún descanso; incluso así, son casi 7 años para llegar a un nivel intermedio alto. Si usamos las otras dos opciones con una mayor dedicación fuera de clase, el progreso será más rápido; es decir, a mayor dedicación, mayor avance. Y si, por ejemplo, en lugar de 2 horas de autoestudio, hicieran 4, llegarían a nivel B2+ en menos de 5 años.

Las personas de tu equipo no son “malas” con los idiomas, simplemente necesitan más contacto

La mayoría de profesionales que he conocido no realizan 90 horas de clase por año, no tienen una asistencia perfecta, y no estudian 2 horas fuera de clase cada semana. En realidad, la mayoría de personas que estudian inglés que conozco hacen poco entre clases y no tienen un 100% de asistencia. Y estas personas, en muchas ocasiones, tienen un nivel mucho más alto de lo esperado, teniendo en cuenta las pocas horas que han dedicado al aprendizaje del inglés.

El objetivo del análisis anterior era mostrarte que lo más probable es que tú y tu equipo no sois un desastre con el inglés, ni tenéis ningún defecto genético; sólo necesitáis más tiempo de contacto para conseguir vuestro objetivo.

Sistematizar el proceso de aprendizaje
Si alguien quiere aprender inglés (o cualquier otro idioma extranjero) rápidamente, debe aumentar su contacto con el idioma. Y eso no sucederá a menos que sistematice su aprendizaje. El alumnado debería hacer algo en inglés todos los días y convertirlo en un hábito diario. Recomiendo tener contacto con el inglés a primera hora de la mañana, antes de que el día se complique. Se pueden realizar más actividades más tarde durante el día, si es que hay tiempo; pero hacer algo a primera hora de la mañana, disminuye la posibilidad de que surjan contratiempos para no hacerlo.

El contacto diario con el inglés podría ser escuchar y leer la Daily Vitamin, escribir, ver series en inglés, conversar con un amigo en inglés, ver una película en V.O., etc. Cualquier cosa que te obligue a esforzarte mentalmente para comprender y producir inglés es válida. Algunas veces las actividades pueden ser más difíciles (por ejemplo, entender un diálogo en una película) y otras veces más divertidas (por ejemplo, chatear con un amigo en inglés por Skype). Lo importante es que las actividades se realicen en inglés; por tanto, se deben elegir actividades que sean fáciles, divertidas y/o que inspiren. ¡Es necesario que la dosis diaria de inglés sea una parte sagrada de la rutina matinal; si es así, ¡veréis que el nivel mejora exponencialmente!

Sugerencias finales: creer es poder
Es muy importante que tu equipo crea que puede aprender inglés. Muchas personas no creen que pueden aprender inglés porque llevan años intentándolo sin éxito. No se debe permitir que los resultados pasados ​​influyan en nuestras creencias sobre lo que podemos hacer en el futuro. He tenido muchos estudiantes que han alcanzado su nivel de inglés deseado rápidamente, porque establecieron una rutina diaria con inglés, la siguieron con constancia y creyeron que podrían mejorar su nivel, sin pensar en fracasos del pasado.

Y una última reflexión: esta información se debe explicar claramente a las personas que reciben formación de idiomas en la empresa. Hemos visto casos, que muchos llamarían «milagros», de empleados que hacen uno o dos pequeños cambios en su rutina diaria con el inglés y avanzan increíblemente rápido, reduciendo los 7 años a 3 o incluso menos.

Te aconsejo que hables con todas las personas que están participando o van a participar en las clases de inglés y las animes a asumir la responsabilidad de su aprendizaje; no basta con ir a clase, tienen que incorporar el inglés en su rutina diaria y creer que pueden aprender.

Y finalmente te invito a probar nuestra herramienta Language Calculator: https://www.ziggurat.es/calculator-inicio/, para calcular las horas que necesita tu equipo en alcanzar el nivel deseado de inglés.

Hablar idiomas será crucial para crecer en 2020

¿Alguna vez te has planteado que los idiomas son una herramienta de crecimiento? Si es el caso, seguro que ya sabes que hablar inglés debe formar parte de la estrategia empresarial. Sin embargo, aún son muchas las organizaciones que utilizan las clases de idiomas como beneficio social y obvian la inclusión de los idiomas en el plan estratégico.

Si con la llegada del mes de enero, estáis definiendo metas, estrategias y trazando un plan de acción en la empresa, os contamos por qué deberíais incorporar hablar idiomas en el plan de formación de 2020.

Motivos para incluir los idiomas en el plan de formación de la empresa

Según datos del informe ELAN (Effects on the European Economy of Shortages of Foreign Language Skills in Enterprise) elaborado por el CiTL (The National Centre for Languages) en 2006, las empresas europeas pierden alrededor de 100 billones de euros anuales debido a la falta de competencias en idiomas en sus plantillas. El promedio de pérdidas por empresa es de alrededor de 325.000 euros en tres años. El estudio también apunta otro dato relevante: aunque el inglés es un idioma más que suficiente para entrar en un mercado, son necesarios conocimientos lingüísticos y culturales propios de los mercados locales para consolidar y cultivar relaciones a largo plazo.

1. Conocer al cliente (y otras culturas)

Hablar el idioma del cliente implica también conocer su cultura. No hablamos únicamente del lenguaje utilizado y el uso de las expresiones más adecuadas según el contexto; además, en las clases de idiomas se aprenden aspectos culturales. Por ejemplo, conviene conocer las distintas maneras de entender los estilos de dirección o cómo se gestiona una empresa en el país de nuestro cliente.

Booking.com realizó una encuesta sobre el protocolo en el mundo laboral a más de 4.500 personas que viajan por negocios de 8 países diferentes, concluyendo que las meteduras de pata culturales perjudican a los negocios.

Tres datos interesantes:

  • El 83% de las personas encuestadas considera importante conocer las normas culturales al viajar por trabajo a otros países y es consciente de la importancia de adecuarse al protocolo.
  • España es el quinto país que más errores de protocolo comete.
  • Al 62% de las personas españolas les preocupa ofender sin querer a sus clientes.

2. Mejor servicio, productividad y comunicación

Si nuestro equipo es capaz de llevar a cabo su trabajo diario con soltura en otra lengua, la efectividad y eficiencia del servicio al cliente y del mensaje transmitido aumenta. Con el dominio del inglés, por ejemplo, el equipo administrativo enviará un email que se entienda o responderá a una llamada con éxito. El equipo comercial dará una presentación que cause impacto. Y el equipo directivo cerrará una negociación sin vacilar por haber entendido el mensaje correctamente.

3. Equipo con más confianza

Saber idiomas aporta satisfacción personal. Las personas se sienten más cómodas realizando su trabajo en otra lengua, ver que son capaces de aprender y progresar hace que aumente su confianza. Asimismo, adquirir nuevos conocimientos de una lengua extranjera y el bilingüismo ejercitan el cerebro, mejoran la memoria y potencian la creatividad, según el estudio Cognitive Benefits of Language Learning realizado por The University College London.

4. Crecimiento empresarial

En el último caso de éxito publicado en el blog, os contábamos por qué los idiomas son estratégicos en el plan de formación de las empresas del sector inmobiliario con el ejemplo de Amat Immobiliaris. A Amat hablar idiomas le da la posibilidad de ofrecer un mejor servicio, además de crecer.

En España, un 19% de las PYMES estudiadas en el informe ELAN habían perdido contratos debido a la falta de conocimientos del inglés. Datos recientes, indican que no se ha mejorado en este asunto. Y el informe EF EPI 2019 vuelve a poner a España a la cola de Europa en el nivel de inglés.

Así pues, podemos extraer que los idiomas son efectivamente una potente herramienta de crecimiento para las empresas.

5. Internacionalización

Conocer otras culturas y hablar el idioma del cliente no sólo nos ayuda a aumentar las ventas en nuestro propio país, también nos abre fronteras, nos ayuda a superar barreras lingüísticas y, por ende, tener la oportunidad de salir al extranjero a mostrar nuestros productos y servicios y vender más, obteniendo mejores resultados.

¿Aún tienes dudas sobre por qué deberíais incluir los idiomas en vuestro plan de formación?

Te lo resumimos:

  • Conoceréis adecuadamente al cliente y evitaréis malos entendidos con la consecuente fidelización
  • Daréis un mejor servicio y os comunicaréis con más eficacia
  • Aumentará la productividad de todos los equipos
  • Las personas de la empresa sentirán seguridad realizando su trabajo y aumentará la productividad
  • Mejoraréis las ventas
  • Estaréis presentes en el extranjero

Si quieres saber cuánto tiempo tardará tu equipo en aprender inglés, utiliza el Language Calculator y obtén una simulación basada en estudios reales.

Clases virtuales de idiomas para equipos comerciales

Las clases virtuales son la opción preferida para las personas trabajadoras a la hora de formarse a distancia, según un estudio realizado por Cegos, consultora líder internacional en formación y desarrollo. Las estadísticas muestran que el 41% de las empresas que optan por el aprendizaje digital ya han utilizado las aulas virtuales.

Las ventajas que ofrecen las clases virtuales para aprender idiomas hacen que este tipo de formación sea la metodología ideal para empresas con un equipo comercial con movilidad geográfica y horarios complejos.

Te contamos cómo funcionan las clases virtuales de idiomas y qué ventajas obtendrá tu equipo.

¿Cómo son las clases virtuales de Ziggurat Escuela Corporativa de Idiomas?

En Ziggurat, las clases virtuales se realizan a través de una plataforma especializada para hacer videoconferencias que, además de mostrar a la otra persona (o personas), permite compartir la pantalla, enviar documentos y chatear. Asimismo, es muy fácil de usar y tiene disponible una app para tabletas y móviles.

En general, recomendamos sesiones de 60 minutos para las clases individuales y de 90 minutos cuando son grupos reducidos (con dos o tres personas). De este modo, nos aseguramos de que las clases individuales sean amenas y de que todas las personas tengan la oportunidad de participar en las sesiones grupales.

A nivel didáctico, tratamos las clases virtuales como cualquier formación presencial. Todos los cursos disponen de su propio plan de estudios personalizado según las necesidades y objetivos del alumnado. Nuestro sistema pedagógico combina el aprendizaje guiado por profesorado nativo y coaches online, el aprendizaje social y el autoestudio.

Las clases de idiomas son prácticas, tienen continuidad y están ligadas entre ellas. Repasar lo aprendido en la sesión anterior para consolidar conocimientos e incidir en aquellas actividades que la persona no puede realizar sola son puntos clave para aprovechar al máximo la formación.

El profesorado orienta las clases a trabajar aquellas habilidades lingüísticas que la persona necesita mejorar con más urgencia o en las que tiene menos nivel.

Ventajas y desventajas de las clases virtuales
Aún hay personas reacias a este tipo de formación ya que asocian las clases virtuales con el e-learning. Sin embargo, con él solo comparten ser una actividad remota, sin desplazamientos. Y, a diferencia de los cursos online, la formación virtual es una actividad síncrona con características más parecidas a los cursos presenciales a nivel pedagógico.

Ventajas de las clases virtuales

  • Horarios personalizados. Las opciones a nivel de horarios son más amplias, aunque es necesario tener un calendario establecido. Realizar las clases el mismo día de la semana y a la misma hora garantiza tener al mismo profesor o profesora, continuidad y seguimiento pedagógico.
  • Sin desplazamientos. Las clases virtuales pueden realizarse desde cualquier parte: en la oficina, en casa o en el hotel donde nos alojamos cuando viajamos por trabajo.
  • Continuidad pedagógica. Cuando el alumnado tiene que viajar es muy fácil seguir el curso gracias a la flexibilidad de ubicación y la posibilidad de cambiar algunos horarios (si es realmente necesario).
  • Personalización. El hecho de realizar clases individuales o en grupos reducidos permite ajustar al máximo los contenidos de la formación y adaptarse mejor a las necesidades y objetivos del alumnado.
  • Conexión de distintas ubicaciones. Las clases virtuales permiten organizar formaciones con personas que trabajan en diferentes oficinas. De este modo, podemos agrupar a personas con el mismo nivel y optimizar el presupuesto disponible para formación de idiomas.
  • Aprendizaje tecnológico. Conocer una plataforma de videoconferencias y sus múltiples funcionalidades permite adquirir nuevos conocimientos a aplicar en otros ámbitos.

Desventajas de las clases virtuales

  • Bonficaciones Fundae. Aquellas empresas que utilizan las bonificaciones de Fundae para cubrir los costes de la formación de idiomas no podrán bonificarse las clases virtuales.
  • Menor relación personal. En la formación presencial se crea un vínculo más estrecho que en las clases virtuales, tanto con el profesorado como con el alumnado, simplemente por el hecho de no estar físicamente al lado.
  • Conocimiento tecnológico. Aunque la plataforma utilizada es muy fácil de usar es necesario que las personas tengan un mínimo de nivel tecnológico para realizar las clases y aprovecharlas.
  • Conexión a Internet. Para asistir a las clases de forma remota, independientemente del lugar, es esencial disponer de una buena conexión a Internet, ya sea por cable o señal wifi.

Como veis, en realidad son pocos los inconvenientes para aprender idiomas con las clases virtuales de Ziggurat. Se trata de una opción que se adapta a cualquier tipo de empresa y, especialmente, a organizaciones con equipos de trabajo con poco tiempo para asistir a clase o con ubicaciones distintas, como el equipo comercial o de ventas.

Si aún tienes dudas, contacta con nosotros para ampliar información o solicitar presupuesto sin compromiso.

Aprendizaje y formación de éxito en empresas

En la historia reciente, internet y las nuevas tecnologías han tenido un gran impacto en la formación en general y en la formación para empresas en particular. El hecho de poder encontrar información valiosa, justo en el momento que la necesitas (a través de un tutorial en forma de video, de artículos o de foros), ha cambiado nuestra manera de formarnos y por tanto de aprender.

Ya no tenemos que esperar a inscribirnos en un curso o a que la empresa contrate formación, sino que disfrutamos de mayor autonomía para adquirir ciertos conocimientos o habilidades, que luego a su vez podemos compartir con otras personas. Eso nos convierte, todavía más, en responsables de nuestro aprendizaje.

Objetivos de la formación en empresas

El objetivo principal de la formación en las organizaciones debería ser que las personas aprendan de manera formal o informal para adaptarse a los cambios del sector y para mantener su empleabilidad. Por tanto, el aprendizaje (y desaprendizaje) debería fomentar la innovación y la mejora de procesos para una mayor competitividad.

Pero sabemos que mucha de la formación que se imparte en las empresas no siempre está adaptada a necesidades reales, sino que se ha convertido en un beneficio social más, y si se ofrece a las personas trabajadoras es porque está bonificada total o parcialmente, por lo que muchas empresas han recortado el presupuesto de formación. Como explica Javier Villalba: “(…) la fiebre de la formación subvencionada ocasionó que se redujeran los presupuestos propios y se condicionara la gestión de la formación a su autofinanciación mediante la obtención de bonificaciones. En otros casos, equiparar formación y gratuidad hizo que se concibieran acciones de formación con orientación al gasto y que se contrataran cursos-tipo poco prácticos, algunos soportados en sofisticadas plataformas y con notoria vistosidad, pero con escasa o ninguna adaptación al caso concreto. (…)”

Se deduce de lo anterior que las personas responsables de departamentos de formación se enfrentan a la compleja tarea de diseñar planes de formación que sean relevantes para los diferentes colectivos de la empresa. Es posible que necesiten formación estratégica para algunos de ellos y otro tipo de formación como beneficio social, donde los resultados no son una prioridad.

Aprendizaje formal e informal en las empresas
En los últimos años se habla mucho de las ventajas del aprendizaje informal en las empresas ya que promueve una mayor comunicación, colaboración y observación. De hecho, tiene una relación muy estrecha con el aprendizaje continuo, imprescindible en el ámbito profesional, así como en el personal.

Así es como la UNESCO define aprendizaje informal: “modalidades de aprendizaje intencionadas, aunque no institucionalizadas. De esta manera, se caracterizan por ser menos estructuradas y organizadas que la educación formal o no formal. El aprendizaje informal puede incluir actividades de aprendizaje realizadas en el hogar, el lugar de trabajo, la comunidad o como parte del vivir diario. Asimismo, puede tener carácter individual, familiar o social.”

Algunos de los conceptos más utilizados relacionados con el aprendizaje informal en las empresas son:

  1. El modelo 70/20/10: nos dice que el aprendizaje en las organizaciones se da a través de un 70% de la experiencia que nos da nuestro día a día laboral, un 20% gracias a la interacción entre colegas de trabajo y un 10% asistiendo a cursos de formación guiada (presencial, virtual u online).
  2. Just-in-time Learning: este concepto se refiere a adquirir conocimientos o habilidades justo en el momento en el que se necesitan. Para implementar formación just-in time en empresas primero se debería llevar a cabo un análisis de necesidades para saber qué contenidos serían relevantes para mejorar el rendimiento y diseñar un curso específico. Pero en muchos casos, con tener acceso a internet, poder consultar con un colega, o inscribirse en un MOOC ya es suficiente para obtener conocimiento a demanda.
  3. Learning by doing: en este caso el aprendizaje está basado en la práctica u orientado a la acción. Se aprende una destreza mientras se pone en práctica en contexto. Es muy útil en el caso del aprendizaje de idiomas, donde el profesor o profesora puede recrear una situación de interés para los participantes. Y luego serán estas personas quienes podrán transferir lo que han practicado en los role-plays al contexto real.

Lo mencionado en el párrafo anterior no quiere decir que la formación guiada (tradicional o formal) como clases presenciales, cursos online o webinars, deje de tener valor.

La formación formal tiene un objetivo concreto, va destinada a una serie de personas que reciben los mismos contenidos y que serán evaluadas bajo los mismos criterios, por lo que puede medirse la efectividad o progreso con más facilidad.  Otra cosa sería que ese progreso o nuevos conocimientos se transfieran al puesto de trabajo. En este caso podríamos hablar de transformación.

Cómo pasar de la formación al aprendizaje en las empresas
Para que la formación en empresas sea un éxito, ha de darse un doble compromiso: por un lado, los proveedores de formación deben comprometerse 100% con dicha formación, poniendo a disposición de las empresas programas a medida con contenidos relevantes y un profesorado experto que facilite el aprendizaje. Para ello empresa y proveedor deben analizar conjuntamente qué acciones serán más efectivas dependiendo del perfil y necesidades de las personas que asistirán a los cursos.

Por otro lado, el alumnado deberá comprometerse 100% con el aprendizaje, invirtiendo tiempo entre clases (ya sean presenciales, virtuales u online) para conseguir resultados. Por eso es tan importante estar motivado o motivada, o sea tener un motivo muy claro para apuntarse a una formación que organice la empresa.

Durante el 53º Congreso de AEDIPE, uno de los ponentes, mi admirado Xavier Marcet, regaló esta frase a la audiencia: “Para formarse hay que sentarse. Para aprender hay que levantarse. Para desaprender hay que autoexigirse”. Me parece muy gráfica para explicar que la formación, para el que la recibe, es una actividad pasiva. Por el contrario, para aprender hay que pasar a la acción. Y finalmente para desaprender, la autoexigencia (en un sentido positivo) es clave para tener la voluntad de crear nuevos hábitos o reemplazar conocimientos que ya no nos valen.

Cómo debe ser la formación en las empresas para que sea un éxito
La conclusión de todo lo anterior es que no existe una fórmula ganadora. Lo más importante es que la formación (sea del tipo que sea) se adapte perfectamente a las necesidades y que haya un alto compromiso por parte de todas las personas. Al final, lo que se busca es que haya aprendizaje para que las personas trabajen sintiéndose más cómodas y rindiendo más. En definitiva, que sientan que están creciendo y que tienen la capacidad de mejorar. Entonces es cuando las personas se transforman y consiguen que las organizaciones se transformen.

Tendencias en formación de idiomas 2020

Las tendencias se suceden cada vez con mayor rapidez en todos los sectores profesionales. Crear necesidades se está convirtiendo en un estilo de vida y requerimos novedades constantes con el deseo de mejorar y de demostrar que estamos al día, a veces sin pararnos a pensar qué es la innovación o qué debemos cambiar para ser más eficientes.

Por tanto, las tendencias en formación de idiomas para empresas pueden ser, a veces, mera publicidad de nuevos productos que en el fondo no son tan nuevos, aunque su aspecto exterior nos haga creer lo contrario. Queremos oír que nuestros equipos pueden aprender inglés sin esfuerzo, jugando y rápidamente. Con metodologías de formación flexibles, baratas (incluso gratuitas) y fáciles de utilizar desde cualquier dispositivo. No nos autoengañemos y veamos qué piensan muchas personas responsables de departamentos de RRHH sobre la formación de idiomas.

Tendencias generales en formación de idiomas para empresas

Estas son a grandes rasgos las tendencias generales de las organizaciones en cuanto a formación:

  1. Priorizan los servicios frente a los productos. Las empresas que buscan resultados, y que sus equipos aprendan idiomas para mejorar su rendimiento y transformar la organización no compran cursos estándar. Buscan proveedores que les den un servicio de formación, que se comprometan y que se adapten a sus necesidades. Apuestan por aprendizaje just-in-time o por aprender haciendo, o sea contenidos relevantes para poder aplicar desde el primer momento.
  2. Ven a las personas trabajadoras como responsables de su propia formación. La autodisciplina es clave para que las personas se comprometan con su aprendizaje. Dichas personas deben ver la formación de idiomas como desarrollo personal, por lo que tener un motivo claro y vislumbrar cuáles serán los beneficios de ese aprendizaje, será primordial para ellas.
  3. Quieren que el alumnado sea el centro o protagonista de la formación. Cada perfil profesional o cada colectivo tiene un nivel de inglés (u otro idioma) y un objetivo distinto. Demandan el proveedor que mejor se adapte a sus necesidades y que ponga a su disposición diferentes herramientas para que la formación de idiomas sea un éxito.
  4. Ya no piensan que el e-learning es la solución para todo. Aunque parecía que a principios del XXI el e-learning iba a ser la gran revolución, tiene algunos inconvenientes que todavía no se han superado: hay plataformas que son meros contenedores de materiales y, sin una correcta tutorización, corren el peligro de que el abandono sea muy alto; los contenidos no siempre son de calidad ni están muy actualizados, ya que ello requiere una alta inversión de tiempo y dinero. Y, en tercer lugar, genera una gran dependencia tecnológica por lo que cualquier dificultad técnica supondrá un inconveniente para finalizar la formación con éxito. Por los motivos citados, la tecnología para aprender idiomas debe estar al servicio de las personas que hay que poner en el centro. Y sólo debe ser una herramienta más, que les ayude en su proceso de aprendizaje.
  5. Apuestan por la formación sugerida, no obligatoria. Dar libertad a las
    personas para que sean las que decidan si van apuntarse a la formación de idiomas puede ser muy positivo porque seguramente el nivel de motivación será mayor. Pero sólo valdrá la pena ofrecer cursos cuando se demuestre el grado de compromiso viendo el porcentaje de finalización de los cursos, tanto si hablamos de formación de idiomas como beneficio social o formación de idiomas estratégica. En cualquier caso, las personas responsables de los diferentes departamentos deberán sugerir y consensuar con RRHH qué formación de idiomas es la más conveniente. En conclusión, lo más importante es buscar formación a medida y sobre todo filtrar a aquellos participantes que muestren mayor implicación y por tanto mayor probabilidad para finalizar los cursos.
  6. Confían en la combinación de aprendizajes: formal, informal y social. Se sabe que no todas las personas aprenden de la misma manera, ni todo el conocimiento o habilidades se puede aprender con la misma metodología. Con el aprendizaje de idiomas, combinar formación formal (un curso presencial, virtual u online) con la práctica del idioma en el puesto de trabajo o en entornos de ocio (offline o a través de redes sociales), se observa un mayor el progreso. Esta combinación hace que las personas sientan que están llevando a cabo una inmersión lingüística.

Ventajas y desventajas de las diferentes soluciones pedagógicas en formación de idiomas para empresas

  1. Formación presencial. Aunque no representa ninguna novedad, por ser un tipo de formación tradicional, sigue teniendo valor sobre todo combinada con otras soluciones pedagógicas. Es importante que el profesorado de idiomas esté especializado en el entorno empresarial y que entienda el reto que supone a los profesionales de diferentes sectores y responsabilidades adquirir nuevas habilidades lingüísticas. Role-plays y trabajar con materiales reales son actividades alejadas de la dinámica tradicional de una academia de idiomas, dónde lo que se busca es que el alumnado vaya pasando de nivel, no tanto que aplique diariamente lo que aprende a su puesto de trabajo.
  2. E-learning En esta categoría podemos hablar de los cursos online o de las plataformas con repositorios de contenido.  Los cursos online tienen más éxito o menos dependiendo del perfil de la persona. Para niveles bajos tiene ciertas ventajas ya que fomenta el aprendizaje de las estructuras gramaticales básicas, vocabulario, así como pronunciación, pero para que haya éxito de finalización es imprescindible contar con una buena tutorización y dinamización para hacer seguimiento.
  3. Formación de idiomas virtual o telefónica Cada perfil profesional o cada colectivo tiene un nivel de idioma y un objetivo distinto. Requieren el proveedor que mejor se adapte a sus necesidades y que ponga a su disposición diferentes herramientas para que la formación sea un éxito.
  4. Microlearning y píldoras formativas: Según la empresa Snackson,es una estrategia de formación en la que las ideas clave son la base para construir el aprendizaje. Los contenidos se presentan en pequeñas píldoras, y se centran en el núcleo de la información”. Por tanto, es una manera de aprender just-in time. Esta infografía de Snacskon sintetiza los fundamentos básicos del microlearning.
  5. Gamificación: según Wikipedia es una “técnica de aprendizaje que traslada la mecánica de los juegos al ámbito educativo-profesional con el fin de conseguir mejores resultados. “Dependiendo de los contenidos y perfil de las personas puede ser una buena manera de aprender si las éstas son competitivas porque fomenta la motivación y puede generar una mayor comunicación entre colectivos. Pero también tiene sus desventajas: si la persona no es competitiva y no le gusta la idea de ser valorado públicamente puede convertirse en una experiencia desagradable, que causará el rechazo a aprender.

Conclusión: ¿Cuál es la mejor tendencia para el aprendizaje de idiomas? ¿Qué metodología es la que más éxito tendrá en mi organización?

Como ya se puede intuir no hay respuesta correcta. Comparto con Francesc Camps, director de Eral Group, empresa dedicada a la innovación y el conocimiento, que aplicar estas tendencias sin tener en cuenta a las personas puede ser: “una visión demasiado simplista y enfocada a modas, tendencias y discursos a menudo vacíos y motivados por el supuesto valor de lo nuevo, innovador o diferente.”

Por tanto, podemos concluir también con las palabras de Francesc Camps que: “Todas y cada una de estas dinámicas pueden ser altamente interesantes en función del contexto, el momento, el motivo o la argumentación dada. Y yendo más allá, en función de cómo es la persona (…). Poner la metodología en función de la persona es una forma de minimizar las habituales barreras que puedan surgir antes, durante y después de la formación: esto no va conmigo, no me atrevo, es imposible o ya lo hemos intentado.” [Casamayor, Gregorio; Ramos, Toni (coords.) (2019). Ecosistemas de aprendizaje. Barcelona: Editorial UOC. (Cap III, pág. 115)].

¿Cómo elegís la formación de idiomas en vuestra organización? ¿En función de qué? Estaré encantada de leer tus comentarios a continuación.